¡Por fin! Joan Vinyes volverá a competir en Andorra.

Estará en el podio de salida de la  presente edición de la Pujada a Arinsal, al volante del histórico BMW 528.

 

Desde la Pujada a Fontaneda del año 1994, que disputó al volante del BMW 528, los astros se alinearon para que la agenda de Joan Vinyes siempre estuviera al completo, cuando se disputaba una “pujada en costa” (subida) en Andorra.
 
Ha tenido que esperar más o menos 30 años para poder conseguir un objetivo que le hacia mucha ilusión por varios motivos. Sin duda, el más importante es poder participar en la única subida que se disputa actualmente en Andorra, la Pujada a Arinsal, y en la que se recuerda a su padre, Joan Vinyes Casanovas, uno de los pioneros en la época dorada del automovilismo andorrano.

Además cabe recordar que Joan Vinyes, se inició en el mundo del motor en esta disciplina y que entre otros titulos nacionales españoles y regionales en Catalunya, fue campeón de Europa de Grupo N (1991) y subcampeón de Europa absoluto en dos ocasiones (1993 y 1994). En su palmarés hay triunfos de nivel internacional tan relevantes como en la Subida la Fito y en dos ocasiones la Course de Côte del Mont Dore.

Vinyes emocionado ante la posibilidad de competir en Arinsal.
Inicialmente no me lo podía creer que, el fin de semana de Arinsal lo tuviera libre en la agenda. La semana anterior de Arinsal, el compromiso era en el Rally de Polonia válido para el europeo de rallys (ERC) y la siguiente en el circuito de Zandvoort en los Paises Bajos. Sin duda tres fines de semana consecutivos y al volante de tres mecánicas y tres especialidades diferentes. ¡Todo un reto! Pero muy feliz de poderlo afrontar. Así nos comentaba el piloto de Suzuki Ibérica las sensaciones que tuvo cuando comprobó que por una vez los calendarios no coincidían.

El objetivo será sobre todo de disfrutar de la oportunidad de estar en Arinsal.
Queda claro que no será un fin de semana 100% de competición la que vivirá Vinyes en Arinsal. Este era su comentario: No hay duda que este fin de semana las clasificaciones las miraré por curiosidad, para saber quien ha ganado y ver por cuanto me superan las mecánicas actuales. Cada vez que me subo al 528, no entiendo como hace 25 años podíamos competir al nivel que lo hacíamos en aquella época. Sin duda, ahora mismo me parece increíble.  
Estoy convencido que el próximo fin de semana el aspecto emocional será el que más disfrutaré. Muchos recuerdos vendrán a la mente, competir rodeado con amigos de toda la vida es una oportunidad que hay que disfrutar al máximo.

Así pues, a pesar de que ahora mismo no está del todo convencido que el BMW 528 aguante las siete subidas que propone el programa horario, hará todo lo que esté en su mano para alargar todo lo posible su presencia en la Pujada a Arinsal 2022.   

 

Servicio de Prensa.


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